miércoles, 5 de septiembre de 2012

Los cuatro pilares de la educación

Delors, J. (1996): "Los cuatro pilares de la educación" en La educación encierra un tesoro.
Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI,
Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103. 

Aprender a Conocer. El autor propone como aprendizaje  el comprender lo que nos rodea y como una forma de disfrutarlo, motivador y que vincula los intereses de la persona con la comprensión y el conocimiento de las experiencias vividas. Señala también que este conocimiento tiene dos aristas: una cultura general de la sociedad y su evolución y otra más especializada dirigida a la proyección de cada uno de nosotros según nuestras motivaciones. Destaca la importancia de la investigación y propone que se haga desde la cooperación. Profundiza sobre el hecho de Aprender a Aprender subrayando aspectos como la memoria que propone selectiva y asociativa, la atención que recomienda de percepción abierta y de carácter provechoso y el pensamiento que indica desde su perspectiva deductiva y también inductiva (concreción y abstracción). Por último señala que la adquisición de conocimientos es un proceso sin fin que permanece mientras se experimenta la vida.
Aprender a Hacer. Delors se plantea dos preguntas: ¿Cómo enseñar a poner en práctica lo aprendido? y ¿Cómo adaptar la enseñanza al nuevo mundo laboral?. Contextualiza el mundo laboral desde la dualidad de trabajo sustituible por máquinas y la capacidad que perseguimos de posibilitar empleo. Destaca que en la evolución de la sociedad en la que vivimos la calificación profesional ha dejado paso a la adquisición de competencias viendo al trabajador desde una perspectiva más humanizada e integral, y desarrolla la idea de la necesidad de un/a trabajador/a que aúne técnica con aptitud y capacidad interpersonal, poniendo énfasis en el sector de los servicios. Y por último, formula su visión del trabajo en las economías en desarrollo, recalcando la importancia en ellas, de la calificación social y formación profesional, y el interés que tienen por modernizarse cara a un futuro, resaltando el carácter de reto común entre las economías en desarrollo y las desarrolladas de todo este proceso.
Aprender a Vivir juntos. Comienza este aspecto hablando de la contradicción que se genera de querer educar en la noviolencia, la resolución de conflictos y la interculturalidad y a la vez exaltar como intereses generales el espíritu competitivo y el éxito individual. Y expone dos orientaciones para afrontar esta cuestión: por un lado descubrir gradualmente al otro desde la diversidad, las semejanzas y la interdependencia y desde la capacidad de empatía, y por otro lado Participar en proyectos comunes que se caractericen por tener puntos de convergencia e interés común.
Aprender a Ser. Creemos que la mejor manera de resumir este punto es poniendo literalmente cual es el principio fundamental de esta Comisión de la UNESCO:
la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por si mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.”
Y dentro de este contexto remarca el peligro de deshumanización a partir del hecho tecnológico, la importancia de la innovación y cambio social y la necesidad de la creatividad y la imaginación como herramientas para ello, lo fundante de las oportunidades y las experiencias a las que tenemos o deberíamos tener acceso como personas y acaba expresando que todo esto que se explica en el texto es un proceso que va del nacimiento hasta la muerte y del conocimiento de uno mismo al de los demás.



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